Opinión: Homenaje al Padre de la Patria, Bernardo O’Higgins Riquelme
Rubén Leal Riquelme
Gran Orador GLCH
Hoy 20 de agosto, bajo la Luz de la Verdad y en el espíritu de la Fraternidad, recordamos y rendimos homenaje a don Bernardo O’Higgins Riquelme. Nació en 1778 y con su vida, obra y sacrificio, se erigió como el Padre de la Patria y uno de los más grandes artífices de la Libertad de Chile y de América.
Hijo intelectual de la Ilustración y discípulo de los ideales emancipadores de Francisco de Miranda, O’Higgins encarnó en su pensamiento y acción el espíritu luminoso de su tiempo: la búsqueda de la independencia, la afirmación de la justicia y la fraternidad entre los pueblos. Desde su formación en Europa hasta los campos de batalla, su existencia estuvo marcada por su entrega a un propósito Superior: la edificación de una nación libre, soberana y republicana.
Como líder militar y estadista, supo conjugar su visión de estratega con la renuncia personal. Sus decisiones fueron decisivas en los triunfos de Chacabuco y de Maipú, que consolidaron la Independencia de Chile. Como Jefe de Estado cimentó las bases institucionales de nuestra República levantando las primeras columnas del Templo de la Nación, sobre los fundamentos de la legalidad, del civismo y del progreso.
Su figura, no debemos observarla sólo desde la perspectiva histórica y política. O’Higgins se nos revela también como símbolo Ético y Moral: su personalidad supo armonizar el deber con el sacrificio, el ideal con la acción, la razón con la virtud. Como Iniciado en los principios de Libertad y de Igualdad levantó, en medio de la oscuridad del despotismo, la antorcha de la Luz iluminando el camino de su tiempo y el de generaciones venideras.
La Francmasonería chilena reconoce en O’Higgins al hombre íntegro y la unidad ejemplar, cuyo legado representa los principios que cultiva nuestra Orden: Libertad, Igualdad, Fraternidad, Laicismo, virtud cívica y amor a la Patria. Su vida nos muestra que la emancipación no se conquista sólo mediante las armas, sino también a través de la elevación moral, espiritual y cultural de los pueblos.
Al conmemorar el natalicio de este Padre Fundador, invocamos su memoria como piedra angular de nuestra identidad republicana.
Que la Luz de su ejemplo oriente nuestro trabajo en el Taller de la sociedad, que su vida inspire el perfeccionamiento personal y la formación de las nuevas generaciones. Que su Recuerdo nos motive y anime a perseverar en la tarea Humana y Humanista que se ha impuesto nuestra Orden Masónica. Que su fuerza moral nos otorgue energía en la tarea de construir una Patria más digna, más Libre, y más armónica con los ideales trascendentes de la Humanidad.