Una emotiva ceremonia efectuada en el Auditorio Citerior de la Gran Logia de Chile marcó la conmemoración de los 75 años de la  Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La ceremonia fue presidida por el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans Pérez y  la Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Chile, Soledad Torres Castro.

La Gran Maestra de la Gran Logia de Chile, Soledad Torres, agradeció a la Gran Logia de Chile por conmemorar el aniversario de la Declaración de Derechos Humanos. Destacó la evolución del concepto de derechos humanos en el país y su conexión con la historia y naturaleza humana. Hizo hincapié en la importancia de la Declaración de Derechos Humanos de 1948 y su impacto global.

Se refirió a los conflictos actuales en Europa, Medio Oriente y otras regiones, especialmente mencionando el sufrimiento de los niños en el conflicto entre Israel y Palestina. Resaltó la importancia de priorizar lo espiritual sobre lo material y reafirmó el compromiso de la Gran Logia con los principios de libertad, igualdad y fraternidad consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Enfatizó la persistencia de violaciones a los derechos humanos en la actualidad, mencionando fundamentalismos religiosos, cambio climático y discriminación en diversas formas. Abordó las desigualdades de género, destacando la carga laboral no remunerada de las mujeres y la violencia de género. Comentó las actualizaciones de estadísticas sobre femicidios en Chile.

Agradeció a las mujeres que contribuyeron a la redacción de la Declaración de Derechos Humanos, resaltando a Eleanor Roosevelt y otras menos conocidas. Subrayó la necesidad de medidas afirmativas, como cuotas de género, para lograr la igualdad de género.

Referenciando la pandemia y el cambio climático, señaló la urgencia de abordar las brechas existentes. Recordó la historia de Olympe de Gouges feminista guillotinada en 1793 por proponer la "Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana".

Finalmente, instó a las masonas y masones a promover la dignidad, empatía, respeto y valor por las personas, superando muros creados por ignorancia y fanatismo. Hizo un llamado a transformar las declaraciones en políticas públicas para lograr una sociedad más justa y alentó la participación consciente en las votaciones.

Por su parte, el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans Pérez destacó la historia y principios fundamentales de la francmasonería chilena, centrados en la protección de la condición humana y el desarrollo de una ética basada en el humanismo. Resaltó la búsqueda de igualdad, libertad y fraternidad, promoviendo la convivencia pacífica y la eliminación de prejuicios.

Recordó la reacción postguerra mundial y la creación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) como un esfuerzo para prevenir conflictos. Destacó la participación de la Gran Logia de Chile en la difusión de los derechos humanos, colaborando con ahínco y promulgando una Carta de los Derechos Humanos en 2020.

Mencionó figuras destacadas en la historia de la masonería chilena, como Enrique Silva Cimma y José Quezada Meléndez, vinculados al compromiso con los derechos humanos, especialmente durante la dictadura. Reconoció el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y rindió homenaje a Lorena Fries Monleón y Gonzalo Taborga Molina por su dedicación a la defensa de los derechos fundamentales.

Reiteró el compromiso de la Gran Logia de Chile con el respeto y promoción de los derechos humanos, citando el primer artículo de la Declaración Universal: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales".

Acto seguido se hizo entrega de un diploma y una medalla por parte de ambas Grandes Logias a la diputada Lorena Fríes, quien fuera Subsecretaria de Derechos Humanos entre septiembre de 2016 y marzo de 2018 y Directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos. También se entregó un reconocimiento a Gonzalo Taborga Molina, miembro de la Logia Franklin 27, representante de la Comisión Chilena de Derechos Humanos ante la Organización de las Naciones Unidas, fundador de la Comisión Chilena de Derechos Humanos entidad en la que ejerció su presidencia entre los años 2006 al 2013, entre otros cargos vinculados a la defensa de los Derechos Humanos

Lorena Fríes agradeció el reconocimiento, recibiendo el honor en nombre de las mujeres que han luchado por sus derechos a lo largo de la historia. Destacó la importancia de la lucha por el sufragio, la educación, el trabajo y la propiedad para las mujeres. Expresó su reconocimiento a aquellas que han trabajado por cambiar leyes y transformar el mundo, subrayando que el avance de las mujeres impulsa el progreso de toda la sociedad.

En el contexto actual, señaló que las ideas de igualdad, libertad y fraternidad están amenazadas a nivel global. Hizo un llamado a levantar la voz contra esta amenaza y destacó la importancia del consenso ético, político y jurídico consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Gonzalo Taborga Molina agradeció el reconocimiento, destacando su experiencia en la formación de la Comisión Chilena de Derechos Humanos. Relató cómo, dentro de la masonería, encontró el apoyo y la orientación para abordar la defensa activa de los derechos humanos en Chile. Mencionó a importantes figuras de la masonería que lo inspiraron y guiaron en este camino.

Destacó la importancia de trabajar por los derechos humanos dentro y fuera de la masonería, recordando a grandes hermanos que influyeron en su enfoque hacia esta causa. Explicó cómo, en sus esfuerzos por formar la Comisión Chilena de Derechos Humanos, buscó el respaldo de Renato Verdugo y luego lideró la iniciativa fuera de la institución.

Taborga Molina resaltó la relevancia de su labor en la creación de la Comisión Chilena de Derechos Humanos y su conexión con la masonería. Agradeció a aquellos que lo apoyaron y reconoció la importancia del respaldo internacional en su tarea. Además, expresó su profundo agradecimiento por el reconocimiento recibido.

Un momento especial del acto fue la Columna de la Armonía en el que se presentaron dos composiciones del cantautor Víctor Jara, Luchín y el Derecho a Vivir en Paz, que fueron interpretadas en piano por el profesor de música Rodrigo Bustos, miembro de la Logia Ilustración 63 de Ñuñoa.

Participaron en la ceremonia el Soberano Gran Comendador, Carlos Soto Concha, y a los miembros del Supremo Consejo. La Soberana Gran Comendadora, Jimena Muñoz Muñoz, del Supremo Consejo Femenino de Chile, dignatarios y dignatarias de ambas Grandes Logias. El Ministro de Justicia Luis Cordero, el Subsecretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Javier Altamirano Molina; el Defensor Nacional de la Niñez, Anuar Quesille; el Representante de la Defensoría Nacional Pública, Cristián San Martín; la Jefa Nacional de Delitos de la PDI, Macarena Millacoy; Óscar Rementería de Movilh; la Directora Ejecutiva de la ONG, Lesur Alejandrina Tobar, entre otras autoridades invitados y asistentes a la ceremonia.